lunes, 16 de noviembre de 2009

Por dónde empezar...

Hace tiempo que siento la necesidad de escribir lo que me está pasando. De hecho, fui escribiendo en archivos de word mi pequeño diario moderno. Mi primer diario fue uno de Little Twin Stars, con candado y todo (todavía lo tengo). Mis "entradas" a los diversos diarios que escribí a lo largo de mi vida fueron muy inconstantes. Lo hago sólo cuando lo necesito. Y me cuesta decidirme a empezar esta versión exhibicionista, porque es una tentación que tengo desde hace rato, pero que me da un poco de miedo.
Esta es mi historia...
Hace dos años que estamos tratando de lograr un embarazo que no llega.
Y yo lo viví como una frustración desde el primer mes. Frustración e ilusión. Porque cada ciclo volvía a ilusionarme, a hacer cuentas de cuando nacería, a pensar nombres, de varón, de mujer... Y también cada ciclo volvía a encontrarme con que no se daba lo que tanto deseaba.
Y se mezcla todo. Porque es el deseo de tener un hijo. Pero también es el deseo de “poder”, de ser como la mayoría, de no sentirme tan mal como mujer, como persona.
Pero siempre es esperar. Y yo, que querría tener un bebé en mis brazos hace rato, tengo que tener una paciencia que parece ser eterna.
Primero fue esperar a que pasara un año para empezar a investigar qué pasaba conmigo (o con mi marido). Por supuesto, fue un año de mucha ansiedad y frustración. Por más que te expliquen que el ser humano no es muy eficiente en su reproducción, siempre tenés amigas que te dicen sorprendidísimas (tanto que parecen hasta ofendidas) que se quedaron embarazadas al primer mes que dejaron de cuidarse (una hasta dijo que en el primer intento hicieron GOL!... que poética...), así que uno empieza con la bendita ilusión de ser como ELLAS, que tanto se tienen que preocupar por el método anticonceptivo que usan, porque cualquier descuido, zas, están embarazadas.
Después pasan unos meses y una piensa bueno, al final era cierto que el ser humano no se reproduce taaaan fácil, así que hay que tener un poquito de paciencia... Ya llegará? Y uno presta un poco más de atención a las que dicen que tardaron 6 meses o 1 año... pensando que tal vez sos como ESAS.
Pero también empieza a aparecer el miedo a ser de las OTRAS, porque todas sabemos que en la estadística a alguna le toca no poder, y rogamos desesperadamente no estar de ese lado... Pero sigue pasando el tiempo, y ya empezamos a entender que estamos en ese grupito del que no queríamos formar parte.
Pero ahí no termina la cosa. Porque esto es un poco como Elige tu propia aventura, sólo que en vez de elegirla nosotras, alguien nos va mandando a la página que corresponde, que pocas veces es la que queríamos. Es que dentro de este mundo hay todo tipo de problemas, los más fáciles de resolver, los intermedios, y los que parecen imposibles... Así que cuando empezaron a "investigarme" todavía soñaba con que me tocaran los que se resuelven sencillamente.
Ya estaba medicada por la prolactina alta (tengo un microadenoma en la hipófisis), me descubrieron un hipotiroidismo subclínico (así que empecé a tomar levotiroxina), que sumado a la aspirineta que tengo que tomar todos los días por un pequeño ACV que tuve hace 2 años y medio (oootro tema), más por supuesto el ácido fólico de rigor (del cual ya debo tener una sobredosis a esta altura) me hace pensar que ya estoy necesitando un buen pastillero, de esos con varios compartimentos...
Así que empecé a investigar en los foros a ver a qué especialista podía ir (cómo preguntar por un especialista en in"fertilidad"? si TODAS pueden tener hijos menos yo...) y llegué así a mi médica, una mina bárbara (creo que lo poco que uno se lleva de bueno de este viaje de merde es la gente con la que te encontrás). Hice el tour completo: análisis hormonales, cultivo, histerosalpingografía, laparoscopía (con biopsia de ovarios incluída porque el médico los vio "perezosos"). Y el tema parece que venía por ahí... mis benditos ovarios... Con una FSH de 21 (tenía una normal de dos meses atrás, pero... puede fallar...) y una antimulleriana de 0,8 parece que a los 34 años mis ovarios no estaban para nada óptimos... Todos los que me habían dicho esperá, tené paciencia, ahora me decían apurate, no pierdas tiempo...
Mi marido estaba OK.
Así que largué desesperada con mi primera FIV. Qué experiencia... Todo mal... Un ovario que no respondía, pocos folículos en el otro, mi primera punción (la viví bastante mal la verdad, me sentía tan expuesta, tan deprimida, tan enojada) sacaron 4 ovocitos, tres inmaduros, sólo uno bueno, un fin de semana horrible, convencida de que no llegaba a la transferencia, pero a la vez ilusionada, y si, fertilizó, y llegamos, con un embrión de calidad regular (en realidad, lo peorcito que te pueden transferir, porque ya más fragmentado ni te molestes...). En fin, casi nulas probabilidades de implantación, pero además todos los miedos... si el embrión es de calidad regular, el futuro bebé de que calidad sería? Estoy en la mesa de saldos??? Así que de nuevo tenía el ánimo por el piso. Cero expectativa. Sentía que estaba perdiendo el tiempo una vez más...que todo esto es muy injusto... Nadie me avisó... Y mis amigas se quejan porque se tienen que levantar temprano para llevar a los chicos al colegio... Como nos decía mi mamá a mí y a mis hermanas: se quejan de llenas...
Y fue negativo nomás, obviamente. Mi primer negativo de FIV (de los naturales ya van demasiados).
Por más que ya intuía el resultado (casi estaba segura del no), siempre es duro volver a la realidad de la infertilidad, después de la ilusión de que uno puede ser como los demás y tener hijos...
Estuve muy triste.
Qué fácil parece la vida cuando las cosas te salen bien, y qué difícil se hace cuando no podés...
Cómo hace la gente que sufre para seguir adelante?
Bueno, en realidad acá estoy, siguiendo adelante, como puedo.
Pero cómo hacer para que esto no ocupe todo??? Porque no es que uno no disfruta de otras cosas, y que no hace nada más que ESTO, pero en el fondo siempre está, y yo siento que es lo más importante, lo que en este momento lamentablemente me define.
Mi segundo FIV fue un poquito mejor, pero con igual resultado final. Pocos embriones, malos, negativo. Lo único bueno es que uno ya sabe lo que va a ir pasando y eso baja un poco la angustia, el miedo. Es como que te vas poniendo canchera... Triste orgullo...
Junto con el segundo FIV, empecé acupuntura.
A falta de pinchazos... me sumé otras agujitas.
Empecé porque mi doctora me comentó que habían presentado unos trabajos en un congreso al que ella había ido en Europa, acerca del uso de acupuntura durante el tratamiento, especialmente para favorecer la implantación. A mi no me funcionó (tampoco vamos a pedir milagros) pero seguí con la acupuntura porque mi médico acupuntor sostiene que el tratamiento sirve "sin" ningún otro tratamiento, y que hay que hacerlo por 3 a 6 meses.
Por eso mi idea fue hacer acupuntura, y empezar con el resto de los recursos "alternativos" (aceite de prímula, vitamina E, qué se yo, todo lo que sirva para luchar contra el paso del tiempo) para ver si tengo mejor resultado en mi tercer intento de FIV.
Pero como en esto nada sale como lo planeamos, y te seguís pegando contra la pared cada vez, hoy fui a mi ecografía para ver que estuviera todo bien para empezar el tercer tratamiento, y resulta que tengo un quiste en el ovario izquierdo así que ahora a ver cómo está el estradiol para ver si se puede, o empezar a tomar anticonceptivos para empezar en 15 días (pequeño detalle, no sé si voy a tener marido si esto se retrasa 15 días porque tiene que viajar por trabajo)... Lo peor, o lo mejor, no sé, es que uno empieza a resignarse... a soportar todo...